NINA DONOSO

POESIA

3 de agosto de 2013


VEINTIÚN AÑOS


Hijo: te voy buscando en mi memoria
por estas calles grises donde el frío
habla un idioma que me entume el alma.

Es septiembre y en Londres hace frío.
¡Pienso en el fin del mundo dulce Patria!
cayendo al polo sur como una espiga.

Allá estás tu, hijo, maravillado
con tus veintiuna primaveras.....
¿Cómo estás  hijo?
¿Cómo está  la música?
la flauta, la guitarra, el piano viejo,
la terraza azulada de glicinas?...

¡Feliz cumpleaños hijo!
hoy cumples veintiún años
y es como si cumplieras toda la vida mía,
con mis sueños mis ansias
y mi amor por lo grande y lo pequeño,
con estás manos mías
hechas para cuidar rosas y poesías...
Con esta frente vieja por donde pasa el mundo
sin conseguir su vuelo.
Con este corazón ardido siempre
como una  lámpara en la noche obscura
mostrando la cabaña solitaria
donde está  la razón de la existencia
en la hogaza de pan y el fulgor de la estrella.

Hijo mío, tan mío ...
tan hecho para el vuelo mas sublime
para la música mas pura,
la que tocan los  ángeles
deslizando sus alas en los pétalos
de las violetas escondidas.

Hijo mío, tan mío:
ya tienes veintiún años,
y es como si tuvieras
veintiuna primavera entre las manos
y veintiuna esperanzas,
sobre veintiún caminos extendidos
para que tú los andes...
Para que elijas uno
y te vayas por el con una flauta
o con una guitarra
o con un  ángel,
cantando dulcemente,
imitando canarios o chirigües
o los ríos que bajan por los valles
o las olas que cantan en las orillas
o los vientos que van jugueteando
entre los limoneros y las viñas!...

Hijo mío:
hoy tienes veintiún años
y también es como si tuvieras
veintiuna  lágrimas,
apretándote el pecho y buscando
una noche solitaria para llorarlas
por todo y por nada.
Por ese amor equivocado
por esa flor que sin querer deshojaste
o por aquella música
que amaneció una tarde
en un rincón de tu cerebro
y dejaste olvidada en cualquier parte.
Veintiuna lágrimas...
que nunca sean para llorar en ellas
la ignominia, la mentira ruin
o el desengaño estúpido o el pecado
soberbio y orgulloso...

Veintiún años para ti hijo mío!
veintiún días de paz maravillosos,
conversando con Dios en cada hora
veintiún años de fe y sabiduría!...
y también te deseo veintiún años
de triunfos y abundancia,
veintiún años sin que el amor te falte...
que a tu lado sonría dulcemente
la que sueña tu alma
y que rece también una plegaria
si una pena inoportuna
ensombrece tu alma...

Veintiún años de música...
Abrazado a la música como a una novia sacra
veintiún años ardiendo en la belleza pura
veintiún años y siempre veintiún años...
Así cumplas noventa y Dios así lo quiera,
y que el tiempo te cubra como un patriarca bíblico
tu madre quiere siempre que en el pecho conserves
estos maravillosos veintiún años
en que toda la vida la tienes por delante.


"NINA DONOSO"





Londres, 24 de septiembre 1976